Papeles de fumar
Lo más liviano que pudo encontrar, un papel de fumar, se encuadra perfectamente en ese momento en el que se vale de un lenguaje dominado por la sutileza. Apenas visible por su trasparencia y su blancura, mínimo rectángulo de proporciones fijas, difícilmente modificable si no es rompiéndolo para descubrir el espacio que se abre entre sus fragmentos, Amable juega con la pequeña sombra que producen sus bordes. También obtiene efectos matéricos por el contraste que se crea entre una superficie vitalizada por minúsculos toques y la limpieza tersa e inmóvil del papel.